Filtrado el humo en la ventana traspasa un espasmo de luz sobre la retina,
calculando la distacia solo con mis manos,
tapando el rostro,
tratando de escuchar el sollozo de la luz,
tenue y un tanto perfido, no se logra percibir el mensaje
Cae la tarde, te veo, platico y siento
ya se que es lo que se quizo decir,
conozco ahora los sollozos de esa luz, que ahora no son solo berridos ni llanto, si no se convierte en un dialogo claro y conciso...
quiero dormir...